miércoles, 1 de diciembre de 2010

TENANTES, SOPORTES Y, CON PERDÓN, SOSTENES

Propone el maestro don Fernando del Arco unas líneas sobre el asunto de los tenantes, soportes y sostenes, corrigiendo y aportando más ciencia sobre una vieja entrada.

Amigo y colega José Juan:

En tu propuesta de hoy 29, me veo citado y por ello te doy mis más efusivas gracias, dicho esto, al leer la parte que dedicas a tus armas, creo intuir que invitas a tus improbables lectores a discernir sobre si san Arnoldo de Metz era tenante u otra cosa que sostenga. Yo, tu asiduo y fiel lector, "recojo el guante" y salvo que haya antes otro heraldista más docto y madrugador que el que suscribe, te ruego aceptes esta colaboración.
Me he atrevido a romper el clásico dúo de tenantes y soportes, añadiendo el concepto de sostenes como así lo sintetizo en mi INTRODUCCIÓN A LA HERÁLDICA [libro para principiantes] aunque hoy los describa de otra forma.
A continuación, de acuerdo con la cabecera y en ese orden, intentaré trazar el contenido de estos tres conceptos:

a). TENANTES.- Reciben este nombre aquellas figuras que representan aguantar el escudo, pero también porque constituye el distintivo de un grupo de figuras humanas y semihumanas en cualquier representación: Santas y santos (san Arnold de Metz), héroes, genios, alegorías femeninas o masculinas, hombres, mujeres y niños, soldados, guerreros, sátiros, gigantes, sirenas, centauros, hombres y mujeres salvajes, etc.
Se ponen flanqueando los lados del escudo o acolados detrás del mismo, como si estuvieran apoyándose o sosteniéndolo con las manos.

b). SOPORTES.- Son las figuras de todos los animales [cuadrúpedos (leones, leopardos, lebreles, etc.), aves (águilas, palomas, cuervos, etc.), reptiles, animales quiméricos (grifos, dragones, etc.)].
Se ponen a los lados o detrás del escudo sosteniéndolo y apoyándose con las garras.

En el caso en que un escudo esté sostenido por una figura humana y otra animal se llamará a los dos tenantes.

c). SOSTENES.- Comprende las figuras de la corte celestial (ángeles, querubines, serafines, angelitos, etc.) vegetales y flora en general, así como aquellas figuras diferentes de los tenantes y soportes.
En este grupo, tienen mucha importancia los ángeles, debido al uso exclusivo y privilegiado de los Reyes y Príncipes;
algunas veces los Cardenales, Patriarcas y Arzobispos, ponen estos sostenes como representación del dominio espiritual que reside en ellos, teniendo el privilegio de esmaltarlos de carnación.
 Garma y Durán, da como norma que los tenantes y soportes deben ponerse del mismo blasón que las armerías, pero es una regla falsa, pues al no ser hereditarios y en virtud de la capacidad heráldica, se pueden adoptar las figuras que considere el pretendiente, abundando mucho el capricho y la fantasía del autor.
La costumbre de disponer en los escudos estas figuras, proviene del inmemorial hábito que tenían los contendientes en justas y torneos de hacer llevar a la liza sus escudos conducidos por sus escuderos o pajes disfrazados de sátiros, lobos, etc. por el prurito de distinguirse y destacarse entre los otros adversarios.