domingo, 28 de noviembre de 2010

DIÓCESIS DE DALLAS

Se ha recibido, desde el otro lado del mar, mensaje que sirve para recordar la costumbre norteamericana de partir las armas de los purpurados con las de la diócesis que gobiernan. Como se ha expresado en repetidas ocasiones, el uso de armas eclesiásticas en aquella nación, profuso, sirve como contraejemplo del pacato pudor heráldico que se manifiesta habitualmente en estos reinos europeos que parecen sentir verdadera vergüenza a exponer armerías.

Estimado Sr. Don José Juan,

Lo saluda Fernando Blanco y Dopazo desde Dallas, en la que fuera la antigua provincia de Tejas, en las Nuevas Filipinas, Virreinato de Nueva España.

La presente sirva para enviarle unas imágenes que tal vez sean de su interés. Están tomadas del periódico “Texas Catholic”: Le adjunto el escudo de la diócesis de Dallas
y las armas del obispo Kevin Farrell, que combina sus armas personales con las de la diócesis, como es costumbre aquí en norteamérica.
Mis mejores deseos para Ud. y su blog que disfruto a diario.

Sin otro particular aprovecho la oportunidad para saludarlo atentamente
Fernando Blanco y Dopazo
Se añade la exposición que la página institucional de la diócesis hace de las armas expuestas:

Se ha escogido el esmalte de gules por ser el color asociado tradicionalmente al Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la diócesis.

En el cantón superior siniestro se cruzan dos espadas, símbolo del apóstol san Pablo, martirizado por la espada. Representa a la misión de san Pablo de Texas, en el condado de Collin, que fue la primera iglesia católica en lo que hoy es la diócesis de Dallas.
En el cantón inferior diestro una estrella de plata representa la Estrella Solitaria de Texas, símbolo tradicional de este Estado norteamericano.

La banda vibrada de plata, cargada con tres flores de lis de azur, simboliza un curso de agua. La flor de lis es un símbolo de la Santísima Trinidad (sic) y también es el símbolo nacional de Francia. La banda ondulada representa el río Trinidad, cuyo nombre original era Santísima Trinidad. Las tres flores de lis representan también a la Trinidad y recuerdan a los sacerdotes franceses que iniciaron su ministerio en la diócesis.