jueves, 16 de abril de 2009

¿DOS PRIMADOS?

El sistema de determinación de categorías en el ámbito de la heráldica eclesiástica es bien conocido. Se basa en el número y color de las borlas que penden de la prenda de cabeza, el capelo, que aun usan los eclesiásticos más distinguidos.Así, los cardenales usan un capelo de gules del que cuelgan quince borlas por lado, dispuestas en cinco órdenes.Los arzobispos capelo y borlas de sinople, con diez borlas por lado dispuestas en cuatro órdenes.Los obispos, igual que los anteriores, pero en tres órdenes.Los monseñores capelo y borlas de púrpura, tres por lado, dispuestas en dos órdenes.Los miembros de los cabildos catedralicios capelo y borlas de sable en dos órdenes.Los sacerdotes capelo y borlas de sable con una borla por lado.Los diáconos, por fin, y sin normativa específica al respecto, sino atendiendo a la práctica iniciada por el heraldista italiano Marco Foppoli, capelo de sable del que no penden borlas.Este ingenioso sistema de determinación de las diferentes categorías eclesiásticas admite un número muy elevado de excepciones que lo hacen muy interesante para los amigos de estudiar los casos heráldicos extraños. Entre las excepciones existe una que es bien conocida. Se trata de aquellos prelados, al menos arzobispos, que son primados de una nación o patriarcas de una antiquísima sede definida como tal.La figura del primado proviene de antiguo. Se asocia a la sede que por su mayor antigüedad e importancia pasada se considera primera entre iguales, prima inter pares. En España la sede primada es la de Toledo. Toledo fue cuna de la primigenia comunidad de primerísimos judíos convertidos al cristianismo. Toledo fue capital del reino visigodo y para la Iglesia sigue siendo la sede principal de España.Quien ocupa una sede primada añade una fila de borlas, un quinto orden, pero mantiene el color sinople si no es cardenal. Así el primado de España en funciones, monseñor José Antonio cardenal Cañizares, durante los años previos a ser creado cardenal ha usado por armas las siguientes: El capelo de sinople se acompaña, como ha comprobado, improbable lector, de cinco órdenes de borlas de lo mismo, distintivo de su condición de primado.

Habitualmente las naciones con presencia católica suficiente cuentan con primado. Pero como en todo el entramado eclesial existen significativas excepciones: En Suiza, nación tradicionalmente muy regionalista no existe primado para no ofender al resto de regiones. En Irlanda el primado se encuentra en la parte norte de la isla, ocupada por el ejército inglés. Y en España, un sacerdote miembro de una prelatura del Opus Dei, tan cuidadosa con los temas heráldicos, ha incumplido las disposiciones que sobre la materia siguen vigentes.Monseñor Pujol, arzobispo de Tarragona, cuyas no muy acertadas armas, un rarísimo cuartelado en curva, desdicen de su pertenencia a la prelatura del Opus Dei, ha timbrado sus armas con el capelo propio de un primado o de un patriarca, sin haber recibido tal nombramiento.Parece que la barca de Pedro, nuestra querida Iglesia, que en tiempos del general Franco se escoraba hacia una posición centralista, hoy se escora hacia el costado contrario, siendo más bien centrífuga, al menos en varias regiones españolas, como Vascongadas y principado de Cataluña. Así, con la aquiescencia, por silencio, del nuncio apostólico, el arzobispo Pujol ha adoptado el timbre propio de los prelados que son primados en una nación soberana, sin serlo. No conocemos otro caso en toda la cristiandad.

Para concluir se exponen las elegantes armas adoptadas por el conjunto de prelados de las diócesis de la región española denominada principado de Cataluña que se han agrupado en una supuesta conferencia episcopal tarraconense.