viernes, 28 de noviembre de 2008

LAS COLUMNAS EN CUARTEL PROPIO

Se hablaba recientemente de las columnas que se acolan al actual escudo de España. Se explicaba su origen, en la voluntad del emperador don Carlos I de España y V de Alemania, influenciada por la de su maestro, el médico italiano Luigi Marliani, Luis Marliano en castellano, y se apuntaba su significado, simbolizar la parte del reino que se situa plus ultra, más allá de las columnas de Hércules, más allá del mar.
Hoy las columnas se acolan al escudo nacional. Realmente, como en su nacimiento, son un adorno exterior.

Pero no siempre han estado ahí. De hecho, los sucesores del emperador, en buena medida olvidaron las columnas de Hércules:

Hasta que un usurpador autotitulado rey, extranjero, hermano del emperador Napoleón de Francia, José Bonaparte, de los Bonaparte de Córcega descendientes de los Buonapart mallorquines, decidió retomar las columnas como motivo heráldico en el escudo nacional.

A un rey extranjero e impuesto por otra potencia debemos el actual escudo de armas de España. Fue él, José Bonaparte quien, al decidir la composición heráldica que representaría su reinado, dio valor geográfico a las armas personales de los reyes.

Como se ha expuesto en varias ocasiones, los principales cuarteles que se disponen en el actual escudo nacional, a excepción del cuartel de Granada, representan las armas de reyes que, en un momento histórico, portaron realmente un escudo con ese motivo heráldico.

Es decir, los cuarteles de Castilla,

de León, de Aragón

y de Navarra,

fueron en algún momento histórico escudos individuales que portaban y que representaban a los reyes de cada uno de esos reinos. Eran en consecuencia, armas de significación absolutamente personal, no territoriales o geográficas.

Sin embargo, José Bonaparte, al decidir que sus armas fueran las que tradicionalmente portaron los reyes españoles con los que no le unía otra cosa que el territorio sobre el que reinaba, otorgó un significado geográfico, territorial, a los símbolos antes personales.

Significación que, al ser inconscientemente aceptada por el pueblo, condujo a que, pasados sesenta años, ya no se albergara duda del significado territorial de los cuarteles y se adoptaran como escudo por una forma de gobierno alejada de la monarquía, el gobierno provisional de 1868, cuyas armas son strictu sensu, el origen del escudo actual de España.

José Bonaparte, el llamado Pepe Botella por los castizos, utilizó como armas propias de su reinado los cuarteles de Castilla, León y Aragón. Añadió el cuartel de Navarra, que no habían traído los reyes españoles posteriores a la invasión de aquel reino en 1516. A las armas de Granada las alejó del entado en punta concediéndoles espacio en un quinto cuartel, y añadió aun un sexto cuartel, las columnas de Hércules. La composición heráldica resultante fue un curioso partido de uno y cortado de dos, con escusón, de nuevo ovalado, con las armas del imperio napoleónico.

De esta forma, las columnas abandonaron su identidad como adorno exterior que fueron del emperador don Carlos I, para pasar a conformar una parte del escudo nacional de la España ocupada por Napoleón, ocupando un último cuartel.